Cuenta regresiva para que finalize el horario de verano: Consejos para hacerle frente al frío

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El domingo 3 de noviembre marca el final del horario de verano. Es hora de “retrasarse” y ganar una hora de sueño. Poder dormir una hora “extra” suena muy bien, pero es importante tener en cuenta que, al perder una hora de luz diurna, debemos usar más energía. Con el invierno cada vez más cerca y el final del horario de verano, Jim Wang comparte algunos consejos energéticos que te ayudarán a hacerle frente al frío. 

Parece que tan solo hubieran pasado algunas semanas desde que nuestra mayor preocupación era mantener la casa fresca con el calor del verano, pero en realidad el frío del invierno llegará pronto. ¿Estás listo para un cambio de 180  grados en el ambiente de tu hogar? 

Si no es así, estos son algunos consejos para ahorrar energía que te ayudarán a mantenerte caliente este invierno. 

Abrígate dentro de la casa  

¿Eres de esas personas que usan shorts y playeras, andan descalzos por la casa y configuran el termostato a 80 grados para conservar esa sensación de que todo el tiempo es verano? 

Está bien, quizá no eres tan extremista, pero puedes ahorrar mucho dinero bajando el termostato. 

Si buscas ahorrar energía, tal vez sea mejor mantenerlo lo más bajo posible y abrigarte. Eso significa pantalones largos, sudaderas, suéteres y unas buenas camisas de manga larga. Aunque no parezca tan importante, usar medias calientes ayuda mucho a mantener el resto de tu cuerpo templado. Como se pierde mucho calor por las extremidades, debes mantenerlas cubiertas. 

Toma bebidas calientes 

Muchas personas beben una taza de café por la mañana, pero durante los meses de invierno, las bebidas calientes son buenas durante todo el día. El café caliente, el té caliente y el chocolate caliente ayudarán a mantener tu cuerpo templado, y a su vez mejorará tu capacidad de bajar el termostato y ahorrar energía. 

Además, cocinar comidas calientes también ayudará a mantener tu temperatura corporal y a ahorrar dinero de varias maneras: 

  • Al igual que las bebidas calientes, las comidas calientes mantienen tu cuerpo templado. 
  • Cocinar comidas con el horno encendido, si bien consume energía, ayuda también a calentar el resto de la casa y funciona especialmente bien si además comes en la cocina. 
  • Es más probable que entres en calor con el estómago lleno que con el estómago vacío. 
  • Y como beneficio adicional, ahorrarás dinero si comes en casa en lugar de hacerlo afuera. 

Usa un espacio más cálido durante el día y una frazada eléctrica por la noche 

Una de las cosas que desperdicia más energía es calentar toda la casa cuando no vas a usar todas las habitaciones. 

En algún momento del día, es probable que tú y tu familia pasen la mayor parte del tiempo solo en una o dos habitaciones. Puedes mantener la temperatura de tu casa en un nivel mínimo y usar calefactores en las habitaciones donde pasas la mayor parte del tiempo. Además, por la noche, puedes dejar de usar los calefactores y utilizar frazadas eléctricas. 

Aunque los calefactores y las frazadas eléctricas consumen energía, es mucho menos de lo que se necesita para calentar una casa entera a 72 o 74 grados. Es una cuestión de concentrar el calor donde más se necesita. 

Asegúrate de que el tiro de la chimenea esté cerrado 

Esto podría llevarse el premio a la forma más ignorada de ahorrar dinero en calefacción =. El fuego del hogar es una fuente de calor económica (y es hermoso mirarlo), pero un tiro abierto invita al aire frío a entrar a la casa. El tiro abierto deshará mucho de lo que tu caldera se esfuerza tanto por lograr. 

Dado que el invierno es la chimenea es el lugar del hogar donde más estarás, debes convertirte en un maniático certificado en asegurarte de que el tiro esté cerrado por la noche (¡y abierto nuevamente antes de prender el fuego!). 

Ten planeado asegurarte de que el fuego esté completamente apagado a la hora de ir a dormir (esta también es una medida de seguridad excelente) y si lo necesitas pon un cartel en el hogar que te recuerde cerrar el tiraje antes de irte a acostar. 

Asegúrate de que las puertas y ventanas estén aisladas correctamente 

Las puertas y ventanas que no están aisladas correctamente, algo especialmente común si tienes ventanas antiguas, son tan ineficientes como dejar una puerta totalmente abierta. El calor se escapa a través de las hendiduras alrededor de las puertas y ventanas, y es importante verificar esas juntas para asegurarte de que estén cerradas. 

Presta especial atención al espacio debajo de las puertas. Una abertura de media pulgada generará una corriente constante, así que asegúrate de usar toda la cinta aislante que necesites para cubrir cualquier espacio abierto. Si es necesario, puedes invertir en algunos revestimientos plásticos para cubrir las ventanas durante el invierno, en particular, aquellas ubicadas en paredes expuestas a los fuertes vientos invernales. 

Si sigues estos pasos simples, podrás ahorrar mucho dinero en facturas de luz y electricidad por calefacción, incluso cuando baje repentinamente la temperatura. 

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