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¿Qué deudas pagar primero?

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Estar endeudado es una situación difícil, pero deber dinero a varios acreedores a la vez puede parecer una emboscada, sobre todo si uno de esos acreedores es el IRS (Servicio de Impuestos Internos). Lamentablemente, deshacerse de esa montaña de deudas rara vez es sencillo. Además de lo difícil que es pagar toda la cantidad adeudada, los deudores también deben determinar a cuáles acreedores vale la pena dedicar más dinero y atención. Si no tienes cuidado, tus deudas de diversos tipos (impuestos atrasados, préstamos estudiantiles, membresías de gimnasios, etc.) pueden quedar mezcladas en una masa indiscriminada de “todas las deudas que tengo”. Sin embargo, esta no es la mejor manera de abordar tu deudas, ni de pensar en ellas. No todos los acreedores ven tu deuda de la misma manera ni tienen la misma autoridad para penalizarte por no pagar. Por ejemplo, las consecuencias de no pagar años de impuestos atrasados son mucho más graves que no cumplir con algunos pagos de la tarjeta de crédito. Por supuesto que TurboTax recomienda a los lectores que paguen todas sus deudas lo más rápido posible, como principio financiero general. Sin embargo, vale la pena explorar algunas diferencias importantes entre diversos tipos de acreedores, incluido el orden en el que se recomienda priorizar las deudas.

Prioridad de deuda #1 – Impuestos

Escríbelo en tu frente y repítelo todas las veces que sea necesario: al IRS siempre se le paga primero. No importa a cuántas personas les debas (o cuánto), los impuestos en mora tienen prioridad. Por una parte, el IRS es el único acreedor capaz de imponer multas o enviarte a la cárcel por no pagar. Es cierto que no todas las personas que deben impuestos acaban en la cárcel de inmediato. En un artículo de 2006 en Slate.com se explica que no todos los casos de impuestos sin pagar llegan a un tribunal penal (que es el único tribunal capaz de imponer penas de prisión). Es muy sencillo,  el IRS “…no tiene el tiempo ni dinero para iniciar investigaciones penales contra todos aquellos de quienes sospecha que han cometido fraude”, por lo que se limita a enfocarse en los casos de fraude fiscal más claros, evidentes y de alto perfil. De hecho, solo “…unas pocas miles de personas al año” enfrentan cargos penales presentados por el IRS. Sin embargo, el hecho mismo de que el Gobierno pueda, si así lo desea, privarte de tu libertad por una deuda de impuestos sugiere que este debe ser el principal acreedor a quien pagarle. De hecho, es posible que no tengas opción. Si debes dinero a varios acreedores, el IRS (al imponer gravámenes por impuestos) tiene automáticamente la prioridad para cobrarse sobre los activos que poseas y que puedan ayudar a pagar la deuda. Incluso los bancos y los prestamistas hipotecarios tendrán que esperar en la fila detrás del Gobierno federal. Además, la cárcel está lejos de ser la única sanción que el IRS puede imponer. Una penalidad mucho más común es imponer multas e intereses sobre la cantidad total de impuestos que debes. El IRS también puede embargar tus salarios.

Por último, no pienses que el IRS se “olvidó” de tí o que “te saliste con la tuya” al no presentar declaraciones de impuestos o no pagar impuestos durante varios años. El IRS tiene trabajo atrasado, pero quienes no pagan impuestos o no presentan declaraciones están registrados en sus sistemas informáticos, así que solo es cuestión de cuándo (no de si) serás objeto de auditorías o multas.

Prioridad de deuda #2 – Tu hipoteca

Algo menos intimidante que el IRS son los bancos y los prestamistas hipotecarios, a quienes muchos deben dinero por comprar su vivienda. La palabra clave es “algo”. Si bien el banco local no te enviará a la cárcel, su recurso es, básicamente, la siguiente peor situación: embargar tu casa. Una vez que un prestamista hipotecario determina que no puedes pagar o que no pagarás tu préstamo, ejercerá su derecho contractual de ejecutar el embargo de tu hogar e intentará venderlo para recuperar el dinero que te prestó. Las dificultades de perder tu hogar son demasiado obvias y no requieren explicación. Además, lamentablemente, no suele haber un paso previo menos doloroso que la ejecución hipotecaria. El banco no embargará tus salarios, por ejemplo, porque los términos de la hipoteca establecen explícitamente que la propiedad es la única garantía del banco por el monto del préstamo. En otras palabras, si no pagas, ten por sentado que embargarán tu propiedad, o al menos que es una posibilidad de peso. De hecho, quizás la ejecución hipotecaria ni siquiera sea el último de tus problemas. Según Foreclosurefish.com, si un banco no puede vender tu casa por el dinero suficiente para recuperar sus costos, puede demandarte por lo que se conoce como “juicio por deficiencia” en un tribunal civil, lo que te obligaría a pagarle al banco la diferencia entre lo que ellos obtuvieron por la venta de tu propiedad y la cantidad que debes.

Como mínimo, asegúrate de pagar tus impuestos y tu hipoteca. A pesar de toda la atención que se presta a la deuda de tarjetas de crédito, es difícil encontrar algo peor que perder tu libertad o el techo sobre tu cabeza.

Prioridad de deuda # 3 – Préstamos estudiantiles

Los préstamos estudiantiles nos conducen al desagradable territorio del embargo de salarios. En una página del sitio web  Federal Student Aid sobre sus políticas de cobro establece una multas bastante fuertes por el incumplimiento que, “…ha persistido durante 270 días en el caso de un préstamo pagadero a plazos mensuales o 330 días en el caso de un préstamo pagadero en plazos menos frecuentes”. Como entidad federal, el programa de Préstamos Federales de Educación para la Familia puede operar junto con el Departamento del Tesoro de los EE. UU. para quitarte deducciones de impuestos y créditos tributarios, y así satisfacer parcialmente tu deuda en préstamos estudiantiles. Es posible que debas asumir los costos de cobranza si el Gobierno decide transferir tu deuda a una agencia privada de cobranza de deudas (más adelante encontrarás información sobre estas). Además, podrías quedar sujeto al embargo administrativo de salarios “…mediante el cual el Departamento requerirá que tu empleador deduzca el 15 % de tu salario disponible y lo destine al pago del préstamo”. En su libro Debt-Free Living (Vivir sin deudas), la autora sobre finanzas personales, Mary Hunt, dice que los préstamos estudiantiles federales son uno de los pocos tipos de deuda que habitualmente no se perdonan, incluso si te declaras en quiebra. Si bien ahora están surgiendo diversos programas de condonación de préstamos estudiantiles, el mensaje debe quedar claro: no pagar los préstamos estudiantiles conlleva graves consecuencias, y solo las deudas de impuestos y las deudas hipotecarias los superan en gravedad.

Prioridad de deuda #4 – Tarjetas de crédito

Si bien la deuda de tarjetas de crédito tiene consecuencias, ciertamente se trata de la deuda con las consecuencias menos inmediatas y directas. En general, tendrías que acumular una cantidad sorprendente de deuda de tarjetas de crédito (quizás cercana a seis cifras) para que se considere la aplicación de gravámenes o embargos salariales. Dado que las tarjetas de crédito implican contratos privados entre tú y el emisor de la tarjeta, son asuntos que deben ser tratados en un tribunal civil. Por lo tanto, no importa cuánto debas o cuánto tiempo hayas estado en deuda, no se pueden imponer penas de prisión. Además, las empresas de tarjetas de crédito no son bancos; es decir, no les interesa embargar tu televisor de plasma o cualquier otra cosa que hayas comprado a crédito. Solo les interesa una sola cosa: el pago con dinero. Las consecuencias de no pagar esta deuda no son tan graves como algunas de las situaciones mencionadas anteriormente. Sin embargo, lo que sí hará es dañar tu calificación crediticia. Según cuánto debas, cuánto tiempo hayas estado en deuda y a cuántos acreedores les debas,  tu próximo préstamo automotriz podría costarte varios puntos adicionales de interés o, en el peor de los casos, podrías quedar completamente imposibilitado de obtener un nuevo crédito. El no querer o no poder pagar tus deudas de tarjetas de crédito podría inmovilizarte financieramente durante gran parte o el resto de tu vida. Entonces, si bien no es tan urgente como el pago de los impuestos o la hipoteca, sin duda no es algo que debas dejar pasar.

Prioridad de deuda # 5 – Contratos personales

Por último, la deuda que debes priorizar en último lugar son los contratos personales, como los que celebras con un gimnasio o un club de bienestar. Aunque no lo creas, estos contratos a menudo autorizan a la otra parte para iniciar acciones judiciales en tu contra y/o reportar información negativa en tu historial de crédito. A pesar de esto, estos acreedores suelen ser menos agresivos que los principales emisores de tarjetas de crédito cuando de cobrar deudas pendientes se trata. Lo que habitualmente sucede es que el gimnasio agotará sus esfuerzos para cobrar la deuda y, si no lo logra, venderá tu cuenta a una agencia de cobranzas que intentará recuperar sus costos cobrándote a ti. Muchas veces, estas empresas tampoco logran cobrar. De hecho, se ha demostrado en un artículo, de manera convincente (aunque de dudosa ética), que los deudores de verdad pueden considerarse “incobrables” con prácticamente solo mantener la coherencia en lo que dicen y afirmar con firmeza que no tienen activos para pagar la deuda. La probabilidad de que estas compañías te lleven a juicio es aún menor que la de las compañías de tarjetas de crédito. Por supuesto, no olvides que las agencias de cobranza privadas pueden informar tu morosidad a las agencias de crédito y dificultar que obtengas crédito en el futuro.

Para resumir, aprendimos que la prioridad para el pago de deudas (cuando se aplica el criterio de gravedad de las consecuencias) es la siguiente:

  1. Impuestos
  2. Hipoteca
  3. Préstamos estudiantiles
  4. Tarjetas de crédito
  5. Contratos personales

Es cierto que se deben considerar otros factores al decidir qué pagar primero. Por ejemplo, puedes acordar un plan de pago a plazos flexible con el IRS. Pero al evaluar estrictamente las consecuencias que genera la falta de pago, este es el orden en el que se deben pagar las deudas.

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