Cómo reducir tus impuestos sobre la propiedad

Ser propietario de una vivienda puede tener muchos beneficios, pero también significa que eres responsable de los impuestos sobre la propiedad. Si bien los impuestos sobre la propiedad pueden ser inevitables, existen estrategias que puedes usar para reducirlos de manera significativa. Sin embargo, antes de analizar estas estrategias, consideremos algunos aspectos básicos de los impuestos sobre la propiedad.

Cómo funcionan los impuestos sobre la propiedad

Los impuestos sobre la propiedad son impuestos que las autoridades del Gobierno local, incluidos los Gobiernos de condados y municipales, así como los distritos escolares y ciertos servicios públicos, gravan sobre los bienes raíces y otras propiedades personales. Dado que los impuestos sobre la propiedad se gravan a nivel local, las tasas de impuestos varían de una jurisdicción a otra.

La autoridad competente determina el valor de tu propiedad o el valor en dólares que se le da a tu propiedad estrictamente para fines tributarios. Este valor es diferente del valor justo de mercado de la vivienda (a cuánto podría venderse tu casa). La autoridad tributaria asignará el valor fiscal en función de una métrica predeterminada, como un porcentaje de la venta de mercado más reciente o de ventas comparables.

La autoridad tributaria también determina la tasa porcentual que se usará como multiplicador frente al valor fiscal para determinar la cantidad real del impuesto. Comúnmente conocida como tasa en milésimos, la agencia de impuestos puede ajustarla cada año.

Por último, los impuestos sobre la propiedad también pueden tener algunas exenciones. Una de las más comunes es la exención de vivienda, que te ofrece cierta reducción en la factura de impuestos sobre la propiedad para tu residencia principal (pero no para las propiedades de inversión). También podría haber una exención para personas mayores que ofrezca una reducción adicional al alcanzar determinada edad (por lo general, 65 años o más). Estas exenciones varían según el condado y el estado.

Cómo deducir tus impuestos sobre la propiedad

El lado positivo de pagar tus impuestos sobre la propiedad es que estos probablemente puedan deducirse en tu declaración de impuestos. Para los fines del impuesto federal sobre los ingresos, puedes deducir los impuestos sobre la propiedad pagados sobre tu residencia principal y sobre una segunda vivienda.

Para deducir tus impuestos sobre la propiedad, debes poder detallar tus deducciones, ser dueño de la propiedad y haber pagado los impuestos correspondientes al año en el que reclamas la deducción (no en la fecha de vencimiento). Puedes detallar tus deducciones si el total de todas las deducciones permitidas supera la deducción estándar del IRS para tu estado civil tributario.

Si pagaste impuestos sobre la propiedad a través de tu prestamista, el prestamista reportará la cantidad de impuestos sobre la propiedad pagados en el Formulario 1098. Si pagas tu factura de impuestos sobre la propiedad directamente a la autoridad tributaria local, recibirás una factura de impuestos anual. Las copias de cheques procesados para el pago de esa factura se pueden usar para respaldar tu deducción.

Cómo reducir tus impuestos sobre la propiedad

Si crees que el valor fiscal de tu propiedad es demasiado alto, puedes presentar una apelación, que es una solicitud formal para reducir tu factura de impuestos. A continuación, encontrarás algunos consejos para usar como referencia durante el proceso de apelación. Recuerda que estás apelando la valuación fiscal de la propiedad, no la factura de impuestos.

Ponte en contacto con la autoridad tributaria y determina el proceso. Cada comunidad tiene un proceso establecido sobre cómo se manejan las apelaciones. Averigua cuál es ese proceso y sigue todos los pasos al pie de la letra. Por lo general, la oficina del tasador de tu condado tendrá esta información en su sitio web.

Investiga cuál es el valor fiscal de tu propiedad. Una vez más, este es el valor que las autoridades tributarias asignan a tu propiedad y es lo que vas a cuestionar. Es aquí donde buscarás una distorsión obvia, por ejemplo, un valor de $500,000 asignado a tu vivienda, que tiene un valor de mercado de solo $300,000.

Determina las ventas recientes de viviendas similares en tu área. Aquí es donde determinas el valor general de tu propiedad. Para hacerlo, consulta una fuente en línea, como Zillow.com. Sin embargo, ten en cuenta que este es solo un valor aproximado, no una prueba que puedas usar en tu apelación de impuestos.

Obtén un avalúo de la propiedad. Este es un procedimiento de valuación estándar realizado por un valuador con licencia. Por lo general, los bancos y otros prestamistas lo usan para determinar el valor de la propiedad. El avalúo proporcionará una lista del tamaño y las características de tu vivienda, además de ofrecer viviendas comparables para respaldar el valor real de mercado.

Una vez que tengas toda la información, presenta tu apelación.

Si bien no hay garantía de que la junta apruebe tu apelación y reduzca tu factura de impuestos, si estás seguro de que hay una gran discrepancia en función del valor de mercado de tu propiedad según la oficina de impuestos, puede valer la pena el esfuerzo adicional.