Tax Audits Explained (Not As Scary As You Think) (1440 x 600)
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Te explicamos todo sobre auditorías fiscales (no son tan aterradoras como parecen) 

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En las películas, las auditorías fiscales siempre son aterradoras. Hombres fuertes e intimidantes con lentes y trajes oscuros. Carpetas enormes. El sonido de lapiceros que rayan furiosamente el papel. Ya sabes cómo es. 

Pero ¿son tan terribles las visitas de auditoría fiscal en la vida real? No tanto. De hecho, menos del 1% de los contribuyentes ha tenido una auditoría. De esos, aproximadamente el 15 % se encuentra en persona con empleados del IRS (Servicio de Impuestos Internos). Por suerte, la mayoría de las consultas se resuelven por correo postal. Consulta la guía para auditorías fiscales que incluimos a continuación. 

 Auditorías explicadas 

Si bien las auditorías se han vuelto más rigurosas en los últimos años, las posibilidades de que tengas una sigue siendo bajas. De todas las declaraciones de impuestos presentadas por los años tributarios 2011 a 2019, el IRS ha revisado solo el 0.55 % de las declaraciones de personas físicas. La mayoría de las auditorías se realizan por correo postal. El año anterior, el 85 % lo hicieron con el IRS por correo postal, mientras que el 15 % se presentó para un examen presencial. Según reportes del IRS, las auditorías por correo postal son más económicas en términos de costo directo para el IRS y la carga que soporta el contribuyente. De acuerdo con el profesor Thomas Cooke, de Georgetown, las personas tienden a actuar más rápido cuando reciben una carta (quizá con la esperanza de demorar las visitas presenciales). No obstante, no supongas que el IRS tiene razón. Investiga el asunto que se te cuestiona. En muchos casos, es posible que el IRS no logre que la información que le llega coincida con la que tú estás reportando. Por suerte, a veces solo tienes que proporcionar información adicional o una explicación para cumplir sus requerimientos. 

Las auditorías por correspondencia suelen requerir que proporciones información (o pruebas) sobre reclamos muy específicos que hayas hecho en tu reporte de impuestos, o que les envíes un cheque por impuestos sin pagar. Por otra parte, una “auditoría oficial” es un poco más intimidante, y tendrás que acercarte a una oficina del IRS. Como tercera opción, está la “auditoría de campo”, que suele ser una revisión más completa que se lleva a cabo en la oficina comercial o en el hogar donde trabajas. 

El IRS te informará de antemano qué documentos se necesitan. Si tus documentos respaldan la declaración original, no deberías tener problemas; la auditoría es “sin cambios”. Si el auditor encuentra una diferencia (y tú la aceptas), puedes firmar los documentos y pagar los impuestos que debes. Tienes la opción de no aceptar los hallazgos del auditor, en cuyo caso puedes apelar la decisión después. Como regla general, es mejor no ofrecerle al agente del IRS más información de la específicamente necesaria. De lo contrario, podrías lograr que el IRS te haga más preguntas. 

Es posible que te hagan una auditoría si: 

Reclamas pérdidas:  Si eres propietario de una empresa, tendrás que demostrar primero que es legítima (es decir, que tu intención es ganar dinero) y no un pasatiempo. Reclamar una pérdida de entre $5,000 y $10,000 suele ser una señal de alerta; si te hacen una auditoría, deberás proporcionar resúmenes relacionados con préstamos, cuentas bancarias de empresa, licencias comerciales e ingresos. 

Reclamar pérdidas por alquileres también puede ser una señal de alerta para el IRS, ya que, por lo general, puedes deducir solo una cantidad limitada de pérdidas, y así y todo, debes cumplir determinadas condiciones. Si la asignación por pérdidas “pasivas” supera los $25,000, lo más seguro es que recibas un aviso del IRS. 

Reclamas deducciones poco comunes: Si tus deducciones son demasiado elevadas, las posibilidades de que te hagan una auditoría son mucho más altas. Esto es porque, históricamente, algunos contribuyentes han intentado deducir gastos no comerciales (como el servicio de telefonía doméstico, el espacio de la sala de estar o del dormitorio) para fines tributarios. Lo mismo aplica para deducciones comerciales extravagantes relacionadas con comidas o entretenimiento. 

Haces donaciones caritativas: Si reclamas una deducción cuantiosa por donaciones caritativas, probablemente aparezcas en la lista negra del IRS. Eso se debe a que, en el pasado, la documentación requerida para donaciones caritativas era mucho menos rigurosa que en la actualidad. 

Tienes una empresa que se maneja con dinero en efectivo: El IRS sabe que es muy sencillo para las empresas que realizan muchas transacciones en efectivo, como las empresas de manejo de taxis, las peluquerías, etc., ocultar ingresos. De hecho, el IRS ha creado una nueva guía para agentes sobre empresas con mucho manejo de efectivo, así que te recomendamos ser cuidadoso con tu documentación y la elaboración de reportes. 

Si puedes justificar lo que reclamas por todos los impuestos, no deberías tener problemas. 

 

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